A la hora de plantearte una profesión con la que poder afrontar el futuro, pocos serán los que piensen para ello en la muerte. Es sin duda contradictorio unir en la misma frase estos dos términos: muerte y futuro. Pero siendo prácticos y pragmáticos, decantarnos por una profesión que a priori no cuente con muchos adeptos puede asegurarnos una posición sólida y segura, y hacerlo en un sector laboral serio y fiable.
De todas formas si hablamos de desarrollar una profesión en torno a temas concernientes a todo lo relativo con el fallecimiento hemos de ser desde un primer momento respetuosos y sobre todo conscientes de lo que conlleva y de nuestras posibles limitaciones. Reflexionar y asumir desde el primer momento de a qué nos vamos a dedicar y si estamos capacitados para enfrentarnos con ciertas situaciones poco comunes en la rutina de las personas como es entrar en contacto con fallecidos. Si algo hay que agradecer a cierto boom de series es en parte su contribución a normalizar incluso a poner de moda ciertas de estas labores, y que más de uno ya sueñe con ser criminólogo o forense.
Desde que un médico certifica una muerte hasta que se le da el último adiós al fallecido, muchas son las fases por las que ha de pasar el cuerpo. Diferentes procesos que requieren del trabajo y la profesionalidad de personal cualificado en cada una de estas áreas. Este conjunto de prácticas realizadas con el fin de manipular y preparar el cadáver se incluyen todas dentro del término tanatopraxia.
Bajo este término se aglutina entonces todo lo relativo a higienización, conservación, embalsamamiento, o la reconstrucción y los cuidados estéticos ejercidos sobre el fallecido. Cada una de estas practicas deberán hacerse siguiendo las estrictas normas de higiene y sanidad marcadas. Además deberán ser tenidos en cuenta los ritos religiosos o las peticiones respetuosas que puedan solicitar los familiares.
Para poder formarnos en estas técnicas lo aconsejable es obtener una titulación homologada, que nos permita después poder acceder a trabajos tanto de ámbito privado como público. En Murcia, se encuentra Educamurcia, una institución de ámbito privado que cuenta con cursos de titulación oficial según el certificado de profesionalidad de la familia profesional Sanidad que se incluye en el Repertorio Nacional de certificados.
Con un equipo de profesores certificados y cualificados para desarrollar su actividad profesional, los cursos aquí impartidos cuentan tanto con formación teórica como un amplio horario de prácticas con las que comenzar a familiarizarse desde el primer momento con el trabajo real.
Además cuentan con una bolsa de trabajo para sus alumnos. A través de ella, estos pueden entrar en contacto con empresas del sector a nivel nacional y conocer ofertas de trabajo,en un campo con amplias demandas que dado el bajo número de profesionales dispuestos a dedicarse a ellos, tiene bastantes vacantes.
Una oportunidad de desarrollar una profesión cualificada, seria y con un amplio futuro, en un campo de la sanidad que necesita constantemente de especialistas formados en las mejores técnicas.