¿Qué debemos tener en cuenta en el comedor escolar de nuestros hijos?

Comedor escolar

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Que nuestros hijos se queden a comer en el comedor del colegio es un alivio para nosotros, los padres. No tenemos que resolver cómo le damos de comer a los niños mientras estamos en plena jornada laboral. Los apuntamos al comedor, pagamos la cuota mensual y ya está. Pero, ¿eso es suficiente? Te comentamos algunas cuestiones que debes controlar y conocer respecto al comedor escolar de tus hijos.

Según datos oficiales, el 32,5% de los alumnos menores de 12 años comen habitualmente en el comedor del colegio. A esto hay que añadirle un 9% más que lo hace esporádicamente. Estamos hablando de un porcentaje que se aproxima al 50% del alumnado.

Por las condiciones socioeconómicas de las familias españolas, en la mayor parte de los casos, los dos progenitores trabajan. Es una condición necesaria para mantener a la familia. En el momento en el que uno de los padres se queda desocupado, el nivel de vida de la familia se resiente.

La conciliación familiar sigue siendo un asunto pendiente en el mercado laboral. Los horarios de trabajo hacen difícil que los padres se puedan encargar de los niños a la hora de la comida.

Algunas familias recurren a apoyarse en los abuelos para que recojan a los niños a mediodía, pero una gran parte de los alumnos se quedan en el centro educativo durante la comida.

La mayor parte de los colegios escolares son empresas externas. Empresas de catering que el colegio o la Asociación de Padres, contrata para prestar el servicio de comedor.

Aunque la alimentación de nuestros hijos está regulada y controlada por las comunidades autónomas, nosotros como padres podemos y debemos preocuparnos de lo que comen los niños en el comedor y exigir un servicio de calidad.

Los tipos de comedores infantiles.

La gran mayoría de los comedores escolares los llevan empresas externas. En Cataluña, por mostrar un ejemplo, el 60% de los comedores de los colegios los llevan Pymes y un 20% lo hacen grandes empresas. Tan solo un 20% de los centros escolares de educación infantil y primaria se encargan directamente del comedor. Este porcentaje se concentra en los centros privados y concertados.

Respecto a la comida que comen nuestros hijos en el colegio, esta se puede cocinar en el propio centro educativo. En una cocina industrial como la que tendría un hospital o una residencia de ancianos

La otra opción, bastante extendida, es que la cocina se prepare en las instalaciones centrales de la empresa y se lleve al comedor escolar para calentarse y servírsela a los niños a la temperatura adecuada.

Estos servicios de comedor son empresas de cáterin en toda regla. Preparan la comida centralmente de todos los centros educativos con los que trabajan y las llevan a los comedores escolares en vehículos acondicionados que mantienen las propiedades y la calidad de los alimentos.

En ambas opciones, la comida que comen nuestros hijos en el comedor está hecha en el día. De todos modos, aunque la seguridad alimentaria se controla al detalle, siempre es más sano que los niños coman una comida que se ha elaborado en el centro a otra que se ha preparado en una cocina ubicada en un polígono industrial.

Que un centro opte por un servicio u otro depende de las instalaciones de las que disponga y del dinero que quiera invertir en el comedor. Como veremos más a delante, el tema financiero, por desgracia, tiene un gran peso en la gestión de los comedores escolares.

La comida.

El menú que comen los niños en el comedor de la escuela está supervisado por nutricionistas. La comida del comedor debe ser sana y equilibrada y cubrir las necesidades energéticas y nutricionales de nuestros hijos.

Los comedores escolares son competencia de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), dependiente del ministerio de consumo. Esta agencia realiza informes anuales sobre la seguridad alimentaria en los centros educativos y elabora directrices que remite a los centros y a las comunidades autónomas para regular el servicio. Por su parte, la ESAN dispone de equipos de inspección sanitaria que visitan comedores escolares de toda España y empresas externas que prestan este servicio.

Por otro lado, las comunidades autónomas disponen de Direcciones Generales de Salud Pública (D.G.S.P.) que revisan los menús, supervisan los conciertos y contratos de externalización del servicio y  efectúan inspecciones.

Como vemos, el tema de los comedores escolares está controlado por varias vías. A pesar de ello, Alejandro Guzmán, que dirige Ecocentral, una central de compras que sirve a más de 100 comedores de las escuelas públicas catalanas, señala en el periódico La Vanguardia que hay una gran diferencia entre los comedores de los colegios públicos y los privados. A día de hoy, al menos en Cataluña, se come mejor en los colegios públicos que en las escuelas privadas.

En la escuela pública, el comedor es un servicio semipúblico. La consejería de educación y los centros educativos invierten dinero en la contratación del servicio. La parte que ellos no costean, la aportan los padres mediante las cuotas de comedor. Esto permite invertir fondos en asegurar una alimentación sana y de calidad.

En Cataluña hay un factor añadido. Gran parte de los comedores escolares los gestionan las A.M.P.A. (Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de los centros), lo que hace que se preste un especial interés a lo que comen los niños.

En la escuela privada, el comedor es una vía más de ingresos. Alejandro Guzmán indica que el comedor es un servicio costoso. Cada euro invertido en la alimentación de los alumnos, en un comedor para 600 estudiantes, durante 178 días lectivos, se traduce en un gasto de  106.800 euros.

Los colegios privados rentabilizan el servicio bajando la calidad de los alimentos. Según dice Alejandro Guzmán, con los comedores escolares los centros privados y concertados ganan mucho dinero; eso sí, a costa de rebajar la calidad de la alimentación de los niños.

El equipamiento.

Los gerentes de Mayfriho, una empresa alicantina que se dedica a equipar cocinas de restaurantes, hoteles y colectividades, nos dicen que la cocina de un comedor escolar debe estar equipada al mismo nivel que cualquier otra cocina industrial. Igual que la cocina de un hotel o la de un gran restaurante.

Aquí deberíamos diferenciar entre los colegios que disponen de cocina propia y aquellos otros en los que la comida se elabora fuera del centro y se lleva al comedor para servirla.

En el segundo caso, el comedor deberá disponer de máquinas especiales como abatidores de temperatura. Unas máquinas que bajan rápidamente la temperatura de los alimentos para evitar que proliferen las bacterias. Y de marmitas basculantes, dispositivos provistos de resistencias eléctricas que mantienen la temperatura de las comidas calientes para que se puedan servir.

Al mismo tiempo, deben contar con vitrinas refrigeradas para conservar postres y otros alimentos que necesitan refrigeración. Asegurándose de que en ningún momento se rompe la cadena de frío.

Si el comedor dispone de cocina propia, esta deberá tener toda la maquinaria propia de una cocina industrial: fogones profesionales, hornos de convención, freidoras, arcones frigoríficos, congeladores, etc.

Por lo general, del equipamiento del comedor se encarga el centro. Es una inversión necesaria como la que realizaría en instalaciones deportivas o en equipos informáticos.

Estos equipos de cocina, como nos cuentan los expertos de Myfriho, necesitan también una supervisión y un mantenimiento regular.

La atención a los niños.

Un asunto que nos preocupa a los padres es el tema de la atención a los niños, sobre todo si tenemos niños pequeños. Ya que nosotros no estamos allí nos preguntamos: ¿los niños se comen la comida? ¿Tienen alguien a su lado por si necesitan ayuda para cortar la carne o para coger bien los cubiertos?

De esta tarea se encargan los monitores de comedor. Un trabajo estable, pero a tiempo parcial, que suelen realizar, principalmente, mujeres y estudiantes.

Aunque por lo general no se exige una formación específica para trabajar como monitor de comedor, la web educativa Aprende Más indica que cada vez se tiene más en cuenta a los monitores formados y con experiencia.

Si bien no es una formación reglada, lo cierto es que muchos centros se encargan de impartir cursillos para preparar a los monitores de comedor. Según indican estos expertos, disponer del carnet de manipulador de alimentos es otro de los requisitos que se suele considerar para contratar a estos trabajadores.

Los monitores de comedor los contratan directamente los colegios o las AMPA, Asociaciones de Padres, en el caso de que sean estas las que hayan asumido la responsabilidad de gestionar el comedor escolar.

Para niños que requieren una atención especial, como niños con trastornos del espectro autista o T.G.D. (Trastorno General del Desarrollo) se suelen contratar a monitores específicos que atienden en exclusiva al niño. Si bien, lo normal es que este servicio lo costé la familia.

El comedor escolar es un servicio bastante controlado en los colegios, pero como padres, debemos preocuparnos de él. Informarnos de cómo funciona y exigir que se les dé una buena atención a nuestros hijos.

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