Un artista publicitario muy especial

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Una de las mejores formas de publicidad es conseguir que tus propios empleados hagan esa publicidad sin darse apenas cuenta y hay muchas maneras de conseguirlo. Obviamente, si tus empleados hablan bien de ti y ese boca a boca se transmite conseguirás mucha mejor publicidad (sobre todo si hablamos de una pyme) que invirtiendo miles de euros en marketing y, para ello, lo mejor que puedes hacer es tratar bien a tus empleados.

Sin embargo no es la única forma de conseguirlo, aunque puede que sí la más efectiva. La realidad es que a veces no conseguimos cumplir ese objetivo por muy bien que tratemos a nuestros subordinados, ya sea por diferencias personales o porque no es algo que nazca de ellos y, lógicamente, no podemos obligar a nadie para que hable bien de nosotros así que hay que pensar otras opciones.

Es ahí cuando entra en juego el merchandising, un método muy eficaz para conseguir que nuestra marca se mueva entre la población y se vea en diferentes círculos sociales sin necesidad de gastar demasiado dinero.

Una idea económica para poner en marcha este plan es regalar a nuestros empleados camisetas, gorras, zapatillas o cualquier otro tipo de prenda con nuestra marca impresa. Pero no debemos limitarnos sólo a los 10 empleados que tengamos sino que debemos regalarles este tipo de merchandising para sus parejas e hijos y así conseguir que luzcan nuestro logotipo en diferentes situaciones. Podemos encargar este tipo de camisetas Roly y marcarlas con la marca o logotipo de la firma.

Ahora bien (y aquí es donde entra en juego nuestra creatividad), ¿Qué ocurre cuando no tenemos un buen logotipo o nuestra imagen de marca es pésima? Debemos poner en marcha un plan para mejorar ese aspecto y recurrir a un buen diseñador o artista si es necesario.

En mi caso esto no fue indispensable pues tuve una gran idea. Actualmente tengo un establecimiento de muebles infantiles bastante conocido en mi ciudad de residencia. Vendemos cunas, habitaciones completas para niños y niñas hasta los 12 años, cambiadores, etc.  Hace unos meses quise abrir otra sede en una ciudad vecina y quería encargar este tipo de camisetas para que mis nuevos empleados las utilizaran como uniforme, e incluso regalarles más para sus hijos pequeños y otros familiares, pero como nunca me había hecho falta pues no tenía un bonito logotipo con el nombre de la tienda que fuese imagen de marca. Estaba a punto de ponerme en contacto con algún artista local cuando vi un gracioso dibujo de mi hijo de 7 años en el que, supuestamente, me había dibujado a mí en la tienda. Lo único que se veía era un monigote de pelo largo al lado de una cuna (o lo que supuestamente era una cuna de colores), así que lo cogí, lo escaneé y le añadí el nombre de mi empresa: Baby Rooms, justo debajo.

Ahora todos mis empleados llevan el dibujo de mi hijo en el uniforme y he conseguido que se conozca como marca pero, lo mejor de todo, fue hace un par de semanas, cuando llevé a mi hijo a un cumpleaños de un amigo del colegio y vi a una niña que llevaba una de mis camisetas. Luego descubrí que era la sobrina de un empleado de la tienda pero lo interesante de todo esto es que con muy poca inversión conseguí muchísima visibilidad en un corto espacio de tiempo.

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