Lujo, calma y voluptuosidad…

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Si lo que buscas es lujo, calma y voluptuosidad en plena urbe, el Hotel Mercer, ubicado en el barrio gótico de Barcelona, “perdido” entre bastiones romanos y arcos de la Baja Edad Media, ¡es lo que necesitas! Una serie de edificios de gran belleza arquitectónica, restaurados con suma elegancia y sencillez a la vez para el mayor confort del viajero. Este lugar encantado es un auténtico placer para la vista y el descanso. Tradición y modernidad son los sustantivos que mejor definen a este lujoso y magnífico hotel. Para ocasiones especiales, excepcionales es el lugar perfecto e idóneo. Por ello, nuestros hijos nos regalaron para nuestro aniversario de bodas de plata, una escapada romántica a este suntuoso lugar. Como si el tiempo se hubiese parado, vivimos una experiencia sumamente placentera para todos los sentidos… Un fin de semana extraordinario, a mil años de las preocupaciones y de la rutina cotidiana. ¡Se agradece!

El paquete incluía el alojamiento para dos noches y el desayuno, una cena para dos personas, cuyo menú de temporada comprendía productos propios y típicos de la costa mediterránea, ¡una delicia! Con ello, nos esperaba un baño de espuma iluminado por la suave luz de unas velas que desprendían un dulce y exquisito olor y… ¡una sorpresita! Vivimos este fin de semana de enamorados como un viaje sensorial, particularmente fuerte y cargado de emoción… ¡Nunca habíamos estado en un sitio de ensueño como éste! Pues, nuestro bolsillo no nos lo permite… No obstante, ¡repetiremos! Para nuestros próximos aniversarios…

Y ya que estábamos, aprovechamos y salimos de nuestra habitación para tomarnos una copa en un bar de tapas de tipo bistreau francés llamado “Le bouchon” (El corcho) donde reinaba una agradable convivialidad y un ambiente desenfadado. Nos pusimos naturalmente a hablar con una joven pareja sentada a nuestra izquierda a quien le encantaba el cine de Rohmer y “La chanson française” (¡a nosotros también!). Se pusieronde de hecho a cantar “Non rien de rien” de la Môme Piaf, canciones de Juliette Gréco, de Georges Moustaki, de Serge Reggiani, de Léo Ferré, de Georges Brassens, de Serge Gainsbourg, etc. Nos sorprendió gratamente ver a una pareja tan joven gustarle estas “antiguallas” y tipo de cosas. Eran estudiantes… Él estudiaba “Filología francesa”, ella “Bellas Artes”. “Ceci expliquait cela !” (¡Esto explicaba aquello!), pensamos… ¡Ay aquellos tiempos juveniles! Pensamos con cierta nostalgia… Intercambiamos nuestras direcciones y números de teléfonos. Prometimos volver a vernos. Eso es lo que se dice siempre…

Al día siguiente, después de haber desayunado, nos fuimos a darnos un baño en la piscina exterior del hotel, y un baño de sol en la terraza exterior… No queríamos que se acabara el hechizo. ¡Por favor! Nos dirigimos al “Cocktail Bar”, un enclave privilegiado entre muros de piedra con siglos y siglos de historia, donde disfrutamos de un cocktail de lo más original creado por el barmaid del lugar. Abierto a finales del 2012, el Hotel Mercer de Barcelona apuesta por una combinación patrimonial con un design actual y contemporáneo. El personal, atento y amable es otro de sus puntos fuertes. Esta escapada romántica que nos regalaron nuestros hijos para nuestro aniversario de bodas de plata fue un verdadero acierto. Un viaje sensorial y temporal, en el cual reaprendimos a escuchar y a disfrutar de nuestros sentidos. ¡Nos encantó y lo recomendamos!

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