El mundo necesita del arte para intentar ser un lugar civilizado. El arte nos hace libres. El arte nos permite ser conscientes de cómo es la sociedad que nos rodea. El arte hace que nos emocionemos. Es el arte también el que nos saca una sonrisa o el que nos inspira. El arte también tiene la capacidad de asustarnos. Cualquier emoción o sentimiento puede salir a la luz con el arte como principal instigador. Y, por tanto, y a causa de todo lo que hemos comentado, el arte bien merece un sitio destacado en nuestra sociedad. Creemos de manera firme que ya lo tiene, pero qué merecería todavía mucho más.
El arte, además, presenta una variedad de disciplinas que permiten que las personas podamos escoger la que más nos gusta para disfrutar de él. Podríamos decir que una de las que más seguimiento tiene en los tiempos que corren es la de la música, aunque también creemos que el cine compite con esta. Sin embargo, y como seguro que sabéis, las manifestaciones artísticas son muchas más. La literatura, el teatro, la arquitectura… son solo algunas más de las que campan a sus anchas por la sociedad en la que nos movemos. Y menos mal. Que nada ni nadie nos impida disfrutar de ellas porque, como hemos dicho, el mundo las necesita. ¿Alguien se imagina como sería el mundo sin música o sin cine, por poner dos ejemplos?
En los párrafos que siguen, vamos a centrar el tiro en todo lo que tiene que ver con el teatro, que en la actualidad no es la forma de arte más seguida ni en España ni en prácticamente ningún lugar del mundo, pero que sigue existiendo y merece que sigamos hablando de él. El teatro, sin embargo, es una de las formas de arte más puras y más tradicionales de todas cuantas podemos tener a día de hoy. Y sabemos que las personas a las que les gusta disfrutan al máximo de él y son conscientes de lo que acabamos de decir. Hacer teatro es digno de elogio porque no es algo cuya dificultad todo el mundo valore. Recordemos que, aquí, no hay margen para el error.
En un estudio realizado por el portal web Statista, se indicaba cuál era la comunidad autónoma que tuviera un porcentaje más grande de gente que acudiera al teatro en el año 2022. La región de nuestra geografía que se llevó el gato al agua fue Castilla – La Mancha, que había conseguido desbancar a la Comunidad de Madrid, que fue la que contaba con mejores registros en el año 2019. Como podéis ver, el teatro sigue siendo una forma de arte que tiene la capacidad de triunfar en entornos muy diferentes, como lo son los de las dos comunidades autónomas que acabamos de mencionar. Y esto dice mucho de la capacidad que tiene esta forma de arte para cautivar a la gente.
Eso es oxígeno para los actores y actrices de teatro. Que la gente reconozca su valor y que reconozcan lo difícil que resulta su actividad es algo que lógicamente anima a uno o una a seguir haciendo este tipo de cosas. Y la verdad es que es aquí donde tenemos que empezar a hablar de uno de los conceptos clave de este artículo: la autoestima. Ni que decir tiene que un actor o actriz de teatro la necesita como el respirar. Si siente que vale para lo que hace y que lo hace bien, tendrá la voluntad para seguir. Si no es así, tendrá muy difícil seguir trabajando en algo como esto.
¿Qué debe hacer un actor o actriz de teatro para tener una autoestima que le permita realizar la actividad que desempeña? La verdad es que son muchas las cosas a tener en cuenta para esto. Y una de las que más vale en este sentido es la que tiene que ver con la imagen personal que ofrecemos de ellos mismos. Poder ponerse delante del espejo y sentirse cómodos y cómodas con el reflejo es algo que anima y mucho a conseguir mejores resultados en su actividad y, por tanto, a desarrollarse como profesionales que son y de este modo obtener la mejor trayectoria profesional posible.
Cuidar de la imagen personal a través de nuestra propia imagen física nos obliga a estar pendientes de todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo. Tenemos que cuidar de nuestro pelo, de nuestra piel, de la sonrisa, de no tener kilos de más… Está claro que una labor como la que estamos describiendo puede ser agotadora, pero cada vez son más los actores y actrices de teatro que procuran tenerla en consideración para que su imagen física contribuya a alcanzar esa autoestima que necesitan a la hora de ejercer su trabajo. Desde la clínica Hq Tenerife nos han corroborado que la sonrisa es vital para la autoestima de las personas y que por sus puertas ya han pasado varias personas que se dedican de manera profesional al teatro en busca de mejorar su sonrisa. Sus odontólogos aseguran que estos que vamos a compartir con vosotros y vosotras son los beneficios claros de la sonrisa cuidada en el bienestar y la confianza.
- Lo primero de todo es que se mejora la primera impresión que se ofrece a los demás, algo básico para que se nos tenga en cuenta y que nuestra confianza no medre.
- Se obtiene una calma al hablar con personas nuevas y también al actuar.
- Cuando se tiene confianza, se prueban nuevas actividades y se avanza en el aprendizaje de nuestra profesión.
- Se deja de sentir una persona cohibida, que es una de las grandes barreras que nos ponemos a nosotros mismos en muchos más ámbitos de la vida de los que creemos.
- Se ríe y se sonríe con total libertad, algo que no se podría realizar en caso de tener problemas bucales y que, además, nos hace mucho más atractivos.
- Y lo mejor de todo: serás un ejemplo para todas aquellas personas que te rodean y que tratarán de seguir tus pasos.
Parece mentira que un espacio tan reducido como es la boca del ser humano pueda traer consigo tantas ventajas si se cuida como se debe. Pero la realidad nos dice precisamente eso, que la boca y la sonrisa son dos piezas fundamentales en el ser humano para conseguir esa ansiada confianza en sí mismo y que tanto se demanda a día de hoy para combatir problemas como lo son la ansiedad, el estrés o la depresión. De hecho, esa boca y sonrisa van a ser siempre una de las primeras cosas en las que se fijen las personas que os vean por primera vez.
Solo los que confíen en sí mismos tendrán éxito
En un sector como lo es el del arte, que ahora veremos que no proporciona precisamente riquezas a quienes lo ejercen profesionalmente, tienen éxito aquellas personas que confían en sí mismas. Si conocéis a alguien que se dedique a esto, os lo podrá confirmar e incluso vosotros y vosotras mismas podréis intuir que es así simplemente teniendo en mente cómo es esa persona. Está fuera de toda duda: si no confías en ti mismo, no hay nada que puedas hacer para triunfar en la música, la literatura, la pintura, el cine o el teatro.
Y esto lo magnífica todavía más un dato como el que os vamos a proporcionar a continuación y que comparte una noticia publicada en la página web de El Periódico: solo el 7% de los actores vive de su profesión. Y la verdad es que eso habla de la mejoría que se podía experimentar en un arte como del que estamos hablando, que merece mejores registros que los que acabamos de comentar. Ojalá podamos vivir para leer noticias que hablen de la mejora de ese porcentaje. Se haría justicia a una profesión como de la que estamos hablando.
Lo que comentábamos en el párrafo anterior deja muy claras las cosas: es evidente que la confianza en uno mismo no garantiza al 100% que se pueda alcanzar un trabajo como actor de teatro, pero lo que sí está meridianamente claro es que, sin eso, es completamente imposible que podamos alcanzar un propósito como del que estamos hablando. Y realmente es algo que se puede extrapolar a cualquier tipo de trabajo: si no confías en ti mismo, ¿quién esperas que lo haga?
Es hora de que cada uno trabaje en conseguir una confianza plena en sí mismo. Creemos que los artistas, que muchas veces han tenido que recurrir a esto porque saben lo difícil que es trabajar de lo que realmente les gusta, son buenos ejemplos de esto y lo van a seguir siendo de cara al futuro. Muchas veces, se suele decir que la fe mueve montañas. ¿Por qué no aplicarnos ese dicho a nosotros mismos y mover todas las montañas que nos impiden hacer aquello que queremos en la vida? Todos y todas seríamos mucho más felices.



