A menudo hablamos de arte tangible como si fuera el único que podemos admitir hoy en día cuando esto es algo muy relativo. Al que crea algo con sus manos que desprende belleza le llamamos artista pero ¿qué hay de aquellos que son capaces de crear cosas intangibles de la nada? ¿No son ellos también artistas? Por ejemplo, un oficio tan poco artístico como el de asesor puede tener su arte. Matías Carrillo es una asesoría de Alicante que ha ayudado a muchísimos clientes a reducir sus gatos e impuestos aprovechando las opciones legales disponibles y con ello ha conseguido que perduren negocios que se veían demasiado cerca del precipicio por culpa de la crisis ¿no es eso un arte? Por lo menos para aquellos profesionales a los que ha ayudado estoy segura que este despacho es de artistas.
En la Universidad de Cantabria se reunieron en 2013 varios expertos en inteligencia emocional y artistas reconocidos, y junto a 50 alumnos intentaron desenmarañar la madeja de hilos que mueve la creatividad y de qué manera las artes, de cualquier tipo, pueden generarla. Fue un simple curso de verano llamado “La bella durmiente II: artes y emociones para despertar la creatividad” pero sacaron muchísimas cosas a la palestra, algunas tan interesantes como el hecho de que la creatividad y el artista se encuentra en cualquier parte y dentro de cualquier sector, sea cual sea su especialidad.
Imaginemos ahora a un zapatero del siglo XVI que calzaba los pies de la nobleza francesa, se le considera artista ¿verdad? ¿Pero acaso lo es menos el diseñador actual sólo porque vende zapatos a franquicias de moda? Tal vez su talento sea igual o superior pero no lo apreciemos a simple vista o, simplemente, no pueda dejarse llevar y tenga las manos atadas a los convencionalismos a lo que se espera realmente de él en dichas franquicias.
¿Y el médico que haciendo caso omiso a las opiniones de otros colegas opera a vida o muerta a un paciente desahuciado y le salva la vida? ¿No es un artista en su gremio?
Tal vez la creatividad no sea tangible y sea demasiado subjetivo el hecho de asignar a dedo el calificativo de artista a unos y a otros y tal vez sea por eso por lo que nos empeñamos en medir esa creatividad u originalidad a través de objetos que se pueden ver como moda, escultura, pintura o diseño arquitectónico y pasamos por alto a aquellos maestros que en sus sectores también son verdaderos artistas y magos con sus manos, con su inteligencia o con lo que sea.
No está de más añadir a esta humilde opinión que cualquiera puede ser un artista y no lo digo en tono peyorativo, no, lo digo porque un niño con una gran idea puede ser un pedazo de artista si comparamos sus resultados con los de otros niños de su edad, o tú mismo puedes ser un artista porque eres el único capaz de ver una tienda de ropa en 5 minutos y saber si hay algo que te quedaría bien o no, simplemente estoy harta de que glorifiquemos a unos y denigremos a otros sólo porque no brillan tanto sin saber que dentro de sus cualidades tiene una que le hace ser todo un artista.