Hablamos de artistas cuando nos referimos normalmente a músicos, actores, escritores, escultores… pero siempre nos solemos olvidar de algún gremio que también merece una catalogación como tal sin que haya lugar a ninguna duda. Uno de esos gremios es el de los artesanos, que pueden serlo de muchas cosas, pero que siempre realizan una labor complicada, de mucho mérito y con acabados que seguramente resultaría espectaculares para la mayoría de personas que estamos leyendo estas líneas. Hoy queremos reivindicar el papel de estos artesanos, en concreto, en la elaboración de productos como lo son las joyas.
Sin duda, hablamos de uno de los objetos que más ha llamado la atención del ser humano a lo largo de la Historia. Y no es para menos. Los materiales de los que se componen, las personas que han tenido una en concreto o la dificultad en su elaboración hacen que pongamos nuestros ojos en ellas y que, en ocasiones, haya personas que paguen mucho dinero por alguna en concreto. El interés por las joyas siempre ha sido muy alto y tenemos claro que así lo va a seguir siendo por muchos cambios que se produzcan en las sociedades modernas.
¿Es alguien que fabrica joyas un artista? Solo hace falta ver la imagen que ilustra esta noticia para que tengamos clara una respuesta positiva a esta pregunta. Por supuesto que lo es. Se trata de una labor que no siempre se valora como debería pero que, desde luego, solo puede realizar alguien que tiene un don especial para esto. En palabras de los responsables de Serrano Joyeros, esa labor que realiza la persona encargada de fabricar una joya ha estado bien valorada a lo largo de la Historia, en un modo más o menos similar a quien escribe una novela de referencia para la literatura mundial o de quien genera una pieza musical extraordinaria.
Sin embargo, es cierto que los medios de comunicación y los libros de Historia siempre han tenido sus preferencias en este sentido. Queremos decir que, por ejemplo, todos sabemos quién fue Mozart, uno de los mejores genios musicales de todos los tiempos. También sabemos quién fue Miguel de Cervantes y cuál fue su aportación a la literatura. Pero sabemos poco, o nada, de los grandes genios que ha tenido la ciencia de fabricar joyas a lo largo de los tiempos. Por eso empezábamos el artículo diciendo que queríamos reivindicar, en concreto, una figura como esta.
Así es la industria joyera a día de hoy
Hemos echado mano de un estudio publicado en el portal web Statista que habla sobre la industria joyera y el mercado del lujo en los tiempos que corren (la fecha de publicación del estudio es de enero de este mismo año). Lo que podemos observar es que el valor del mercado mundial de artículos de lujo ascendía a 217.000 millones de dólares estadounidenses, que el principal mercado de todo el mundo en este sentido se encontraba precisamente en Estados Unidos y que el peso que tenía nuestro continente en ese mercado era del 26%.
Hay un dato que se muestra en ese estudio y que no queremos pasar por alto. Entre Estados Unidos y China suman en ese mercado más de 100.000 millones de dólares, prácticamente la mitad de todo el mercado mundial. Sin duda, esto también explica por qué son los dos países con más potencia económica de todo el mundo. Obviamente hay más razones, pero esta es una buena muestra del potencial, en todos los sentidos, que se deriva del gigante asiático y de los ‘States’.
Un arte que hay que seguir cultivando
Volviendo a lo que tiene que ver con el arte de crear y fabricar joyas, debemos comentar algo: al igual que viene sucediendo en otros campos, una labor como la del artesano cada vez parece más complicada. Son muchas menos las personas que se dedican a ello y por eso hay que valorar a todas aquellas que si lo siguen haciendo. No es una labor fácil, pero sí que es una labor útil y preciosa. Ojalá que se siga cultivando en los próximos años. El resultado de ese trabajo, como ya hemos dicho, tiene la capacidad de llamar nuestra atención.
Estamos seguros de que el ser humano va a seguir mostrando interés por la compra de joyas. Hay muchos motivos para hacerse con una y, a día de hoy, existe todo tipo de precios que hacen que este tipo de productos sean accesibles para prácticamente todo el mundo. Adquiriendo una, se está valorando, aunque sea indirectamente, a la persona que se encargó de fabricarla. Y esa persona, como también hemos comentado antes, sí que merece ser considerada una artista.