Mientras estaba esperando mi turno en la Clínica dental Caredent de Albacete, una clínica de prestigio ubicada en la calle Zapatero 17, entró una señora mayor que me recordó a mi abuela paterna, Juana. Era de bajita, morena y de orejas grandes como ella. Saludó, se acercó al mostrador para dar su nombre y se sentó a mi lado. Al darse cuenta de que la miraba con insistencia, me preguntó inquieta si me pasaba algo. “¡En absoluto, señora! Es sólo que me recuerda usted mucho a mi abuela y me he emocionado.” Sonrió… Tenía una dentadura muy bonita, debía de ser postiza o implantes de titanio… Me vino automáticamente a la mente la anécdota de la dentadura postiza de mi abuela que tantas veces recordamos durante nuestras comilonas o encuentros familiares y que tanto nos hace reír. ¡Pobrecita de mi abuela!
Y ahora ¡cómo no! Os la tengo que contar, no me queda otra. Pues, bien… Por aquel entonces, para las personas muy humildes ir al dentista era un auténtico lujo (lo de pagar a plazos no se hacía), y si se te caían los dientes y que no tenías medios financieros para reemplazarlos o encontrar otra solución, ¡pues te tenías que aguantar! Con lo cual, poco a poco, a mi abuela se le fueron cayendo los dientes hasta quedarse con tan sólo dos dientes más o menos sanos. ¡Daba pena verla! ¡Tan mellada! Aparentaba más vieja de lo que era. Entonces, sus hijos decidieron hacerle un regalo útil para que la buena mujer pudiese comer como Dios manda. Reunieron entre los seis hijos el dinero necesario ¡y mandaron hacerle una dentadura postiza a mi abuela!
Cuando por fin llegó el gran día de la presentación a los nietos de la “nueva abuela dentuda”, estábamos todos en la cocina esperando a que llegara como si del mesías se tratara. ¡Lo recuerdo todo como si fuese ayer! Entró mi abuela seguida por sus hijos, menudita, vestida de negro, con su moño y nos sonrió… “¡Mirad nietos! ¿Qué os parece?” ¡Qué extraña nos pareció su voz! Y ella… Con aquellos dientes ¡no parecía nuestra querida abuela! Y fue precisamente en aquel momento que soltó mi joven primo Alberto: “abuela, ¿por qué tienes dientes de muñeca?” La carcajada fue general. Pero si solamente hubiese sido eso… El problema es que la pobre mujer nunca se acostumbró a ella ni la dentadura a mi abuela. Cuando se la ponía era sólo para estar “guapa”, para hacerse las fotos del carné, porque para comer ¡le dolía y le bailaba tanto que prefería prescindir de ella!
Desde entonces, las cosas han cambiado muchísimo y para bien. En Caredent, por ejemplo, los mejores especialistas de la región trabajan con instrumentos de alta y avanzada tecnológica que les permite hacer un diagnóstico preciso, panorámico e intraoral con radiografía. Además, hoy en día lucir una bonita dentadura ya no es “misión imposible” para las personas con escasos recursos económicos, puesto que la clínica ofrece grandes facilidades de pago. Debo especificar, por otra parte, que desde el 1 de Octubre de 2013, la clínica Caredent de Albacete y la Asociación de amas de casa de Albacete y provincia, firmaron un convenio de colaboración entre ambas partes que les permite a las asociadas aprovecharse de entre 20% y 25% de descuento en ortodoncia, cirugía dental, implantes, estética dental, endodoncia, periodoncias y hasta 25% en odontopediatría, para los hijos y nietos de las asociadas. Con ello, también proponen un descuento de 25% al alumnado de la Universidad de Castilla-La Mancha. ¡Eso no lo había yo visto ni oído nunca en mi vida! ¡Era verdaderamente sorprendente! Y por ello, decidí aprovecharme de esta estupenda oportunidad ya que estudiaba allí…
Perdido en mis pensamientos, no me había dado cuenta de que la señora mayor ya no estaba sentada a mi lado. Me llamaron. Entré. Hoy por fin me quitaban los brackets…