La madera como materia prima creativa ofrece al artesano un abanico de posibilidades muy amplio en cuanto a objetos que se pueden fabricar. Los más comunes son los muebles que visten las casas y que, además de adornar, cumplen una función de almacenaje o soporte. Así se puede hablar de mesas, mesillas, armarios empotrados en Madrid, ventanas, estanterías, rodapiés, puertas, bases de lámparas y un sinfín de elementos que se pueden encontrar en las casas.

Los verdaderos artesanos de la madera se dedican a trabajar piezas de madera maciza, es decir, no compuestas por virutas prensadas, para crear piezas finales con diferentes utilidades. Es parecido al trabajo del escultor, que parte de una pieza de algún tipo de piedra, como puede ser el mármol, el granito o piedra caliza, informe y, poco a poco, va descubriendo alguna bella figura femenina o un impetuoso rey montado a caballo. Al trabajar la madera sucede algo parecido, a veces una sola pieza sirve para dar forma a un diseño y, en otras ocasiones, la conjunción de varias piezas preparadas consiguen la fabricación de un todo más armonioso, bello y, sobre todo, útil.
La madera de aglomerado
Pero al hablar de madera hay que distinguir entre los productos de madera y los contrachapados de aglomerado que normalmente se comercializan en grandes centros comerciales, tiendas especializadas en muebles y también en pequeños comercios.
Este tipo de madera es más barato y más asequible para las ya mermadas economías familiares de la clase media. Además, todos los muebles que se construyen con este tipo de madera encajan a la perfección con la economía basada en ciclos de consumo. Es decir, los muebles se fabrican pensando en que se van a cambiar en relativamente poco tiempo, si lo comparamos con la duración de un buen mueble de madera natural.
Comentarios recientes